Ha sido duro el trabajo recorrido por la enfermería para llegar a ser lo que hoy en día es, una PROFESIÓN. Ya en el siglo XVIII Dinwall destaca que las ocupaciones se refieren a trabajos comunes que requieren ciertas habilidades manuales, diferenciándolas de las profesiones, que fundamentalmente se caracterizan por la confianza que dan a la sociedad a la que prestan sus servicios. Las profesiones son actividades sociales organizadas implicando actos intelectuales adquiridos a través de la ciencia y de la instrucción. Desde Florence Nightingale pionera en el establecimiento de la enfermería como profesión hasta nuestros días hemos ido adquiriendo una serie de premisas que nos afianzan como eso que hoy en día somos , LA PROFESIÓN ENFERMERA. ( tenemos cuerpo definido de conocimientos, utilizamos el método científico,profesionales con alto nivel formacional, autonomía en el control de las actividades profesionales,código ético propio,reconocimiento de la sociedad por los servicios que presta,etc).
A los enfermeros como profesionales nos puede surgir la pregunta sobre cual es el papel que cumplen los colegios profesionales en la defensa y desarrollo de una profesión. Si vemos el articulo 36 de la Constitución Española ya en ella se ampara la creación de los Colegios Profesionales, regulando su régimen jurídico, su estructura interna y su funcionamiento democrático. La ley de Colegios Profesionales nos dice que los fines esenciales de estas instituciones es la ordenación del ejercicio de los profesionales, la representación exclusiva de las mismas y la defensa de los intereses de los profesionales colegiados. Viendo esto pienso, ¿ Es importante tener un Colegio de Enfermería? ¿Es importante estar colegiado? A estas preguntas y después de lo expuesto anteriormente solo puedo responder con un si rotundo.
En nuestra región el número de colegiados a disminuido notablemente, hecho amparado por el gobierno regional y fomentado por lobbys que se dedican a tomar decisiones en nombre de los enfermeros y en defensa de los mismos, junto con una actividad a todas luces insuficiente de nuestro colegio oficial. Y es que cuando uno tiene que pagar rigurosamente unas cuotas , como mínimo quiere recibir algún beneficio por ello.
Ese es pues el problema, nuestro colegio ha descuidado a sus colegiados, y estos no se han sentido ni representados, ni defendidos y siguen a día de hoy pensando que los beneficios que de el sacan son escasos o mas bien nulos.
Que es lo que podemos hacer entonces:
1.- Concienciar a los profesionales de la región de la importancia de tener un colegio, como legitimo representante y defensor de la profesión enfermera. Siendo este el organismo más idóneo para estos fines.
2.- Tener un Colegio representativo y democrático, que cumpla con los objetivos por los que todo colegio profesional debe velar.
3.- Hacer entender al Colegio de Enfermería que se debe por y para sus colegiados. Y lo que de verdad forma o constituye un colegio profesional ( en nuestro caso el colegio de enfermería) son sus colegiados; ni juntas, ni presidentes ni Consejos Generales, sobre todo y por encima de estos LOS COLEGIADOS.
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